Oxigena el cuero cabelludo y lo libera de posibles depósitos, células muertas etc...
Así tu piel esté más libre y recibe mejor los nutrientes que le aportamos.
Estos llegarán al folículo piloso ayudándolo a un mejor anclaje.
Y eso repercute directamente a la irrigación de todo el tallo (hebra capilar) notando que incluso se encrespará menos.